Para los líderes de la organización y para los gestores de talento siempre existe el dilema de invertir o no en capacitación.
Es una realidad que uno de los presupuestos más castigados en las empresas, es el de capacitación y entrenamiento, ya que muchos directivos lo consideran un gasto al no ver el beneficio o el retorno real de la inversión.
Invertir en el desarrollo de las personas y de sus competencias, redunda en grandes beneficios para la empresa, siempre y cuando exista un proceso que permita entender las necesidades reales, medir resultados y cuantificar su retorno.
Lo primero es realizar un buen diagnóstico de necesidades de capacitación y diseñar un programa que realmente cubra los objetivos de cada área y puesto, así como las brechas de personas y los ideales del puesto.
El plan debe permitir generar acciones e implementar una estrategia que conlleven a actividades claras e indicadores que permitan medir el éxito u oportunidades de mejora del plan de capacitación.
En próximas fechas estaremos profundizando en el tema de planes de capacitación, su ejecución y algunas ideas para implementar en tu empresa.


